La vicerrectora Administrativa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, doctora Maritza Camacho, alertó a la sociedad dominicana sobre el peligro que podría causar un barco que llegó al Puerto de Barahona, si tuviera desechos, y ordenó una investigación.
En conferencia de prensa, Camacho informó que la Comisión Ambiental de la UASD y el Centro Regional de Barahona, como una forma de servir a la sociedad y evitar desastres naturales en el país, investigarán cuál es el desecho que contiene el barco y si sus consecuencias, porque de ser cierto constituye una violación a las leyes 118 y 64-00 sobre medio ambiente.
De su lado, Luis Carvajal, de la Comisión de Medio Ambiente de la institución, dijo que ésta es una oportunidad para reflexionar sobre el estado de los recursos naturales del país y del mundo, valorar su importancia y ratificar el compromiso de la Primada de América con su permanencia, integridad, aprovechamiento ambientalmente responsable y socialmente justo.Al celebrarse el día Mundial del Medio Ambiente, Carvajal expresó que, la humanidad está compelida a revisar los estilos de desarrollo y a superar los modelos económicos que han conducido a la actual crisis ambiental y sus consecuencias sociales.Agregó que para la UASD, la solución implica la asunción de compromisos y obligaciones individuales, colectivos e institucionales proporcionales a las cuotas de responsabilidad y a los beneficios económicos derivados de la misma.
El especialista en Medio Ambiente deploró que mientras los 8 países más ricos del planeta, con una población inferior al 5% del total mundial generan el 84% de los gases de invernadero, consumen el 55 % de la energía producida y controlan el 70% de la transferencia de bienes y capitales, los 80 países más pobres, con un 53% de la población producen apenas el 6% de los gases de invernadero y controlan el 5% de la transferencia de bienes y capitales.
Expresó que los impactos negativos golpean con fuerza a los países más pobres para quienes la crisis ambiental se torna mucho más grave e inmanejable por carecer de recursos financieros, tecnológicos y políticos para enfrentar los riesgos y desafíos y superar las nuevas vulnerabilidades provocadas por la crisis ambiental.Los efectos sociales de la crisis ecológica desde ya son percibidos en todos los países y contribuyen a aumentar las desigualdades norte-sur, así como también entre ricos y pobres dentro de cada país.
Dijo que la República Dominicana, como otros países empobrecidos por el saqueo histórico de nuestros recursos, no escapa a las realidades globales que potencian su fragilidad ante fenómenos que se esperan con mayor frecuencia e intensidad por un consumo irresponsable de los recursos naturales y por un bienestar que no hemos disfrutado.El país contiene recursos de agua, biodiversidad, minería, paisajes, con un clima envidiable y una ubicación geográfica estratégica, demanda una gestión ambiental acorde con las urgencias sociales y las tendencias naturales que garanticen un desarrollo ambientalmente pertinente, socialmente justo y económicamente viable.Carvajal criticó que, a pasar del avance en la legislación, falta voluntad política para hacer respetar las leyes y ordenar las instituciones es una meta lejana aún ya que los poderes públicos obedecen a la lógica de los intereses clientelares, se rinden ante el poder económico o no se atreven a contrariar las fuentes de donde dimana su propia existencia.
Denunció el saqueos de los ríos por las granceras y la persistencia de las amenazas y violaciones al Sistema Nacional de Áreas Protegidas por parte de inversionistas que son recibidos en las instancias más altas del poder, así como la práctica de emitir decretos y ordenanzas violatorias al ordenamiento jurídico-constitucional y citó el caso de los permisos mineros en Luperón, Puerto Plata.El educador, expresó la disposición del organismo que dirige de acompañar al país, a las gentes, a sus instituciones y al Gobierno, a ratificar el compromiso con el presente y el futuro de la patria, con la calidad, la integralidad, el carácter público y patrimonial de sus recursos naturales.
Llamó a todos los dominicanos, a asumir el problema ambiental como una prioridad que nos conduzca a convertir el combate contra la degradación y la contaminación en ejemplo diario y compromiso permanente; en un hábito que nos convierta en guardianes del presente y del futuro del planeta
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